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5 CONSEJOS PARA TRABAJAR LA RESILIENCIA:

13 de mayo de 2024

La resiliencia es una capacidad fundamental que nos permite recuperarnos de los desafíos y adversidades de la vida. Desarrollar esta cualidad nos aporta muchos beneficios. Aquí te ofrecemos cinco consejos prácticos para cultivar y fortalecer tu resiliencia:

1- Cultiva una red de apoyo social:

La conexión humana es fundamental para la resiliencia emocional. Las personas que tienen fuertes redes de apoyo tienden a recuperarse más rápidamente de las dificultades porque tienen a otros en quienes confiar durante los tiempos difíciles.

¿Cómo aplicarlo?

Fortalece tus relaciones cercanas pasando tiempo de calidad con tu círculo cercano, es decir, familiares y/o amigos. Una buena forma puede ser estar disponible para ellos también en sus momentos de necesidad y puedes participar en actividades comunitarias o grupos de interés para expandir tu círculo social.

2- Aprende a aceptar cambios:

Hay una frase que dice, que lo único seguro en la vida es el cambio, y es cierto, al final, la vida es dinámica y el cambio es inevitable. Aceptar esto puede reducir la ansiedad que surge de lo impredecible y te prepara para manejar las transiciones de la vida de manera más efectiva.

¿Cómo aplicarlo?

Practica la flexibilidad mental al adaptarte a pequeños cambios diarios sin resistencia. Considera los cambios como oportunidades para aprender y crecer, en lugar de amenazas a tu bienestar. Piensa en una situación pasada donde el cambio que hubo, acabó con un resultado positivo para ti.

3- Desarrolla habilidades de solución de problemas:

Ser capaz de confrontar un problema e idear soluciones efectivas es crucial para la resiliencia. Esta habilidad te permite manejar los desafíos de manera proactiva y disminuir el impacto negativo de las adversidades.

¿Cómo aplicarlo?

Enfrenta los problemas de manera sistemática. Identifica el problema, genera varias soluciones posibles, evalúa estas soluciones (haciendo una tabla de pros y contras) y luego implementa la más adecuada. Practica esta metodología en situaciones cotidianas para fortalecerla. Otra forma de aplicarlo es mediante los juegos de estrategia y rompecabezas, pueden ayudar a mejorar tu agilidad mental y tu tolerancia al fracaso.

4- Sométete a desafíos controlados:

Exponerte intencionalmente a desafíos manejables puede aumentar tu tolerancia al estrés y mejorar tu capacidad de manejar situaciones adversas futuras, aumentando tu capacidad de resiliencia.

¿Cómo aplicarlo?

Establece metas que te empujen gradualmente fuera de tu zona de confort. Por ejemplo, si temes hablar en público, comienza con pequeñas presentaciones en entornos más conocidos, y gradualmente avanza hacia audiencias más grandes o situaciones más formales.

Es importante que aumentes la dificultad de los desafíos a medida que te sientes más cómodo con niveles previos de estrés.

5- Cuida tu salud física y mental:

Te suena la frase “Mens sana in corpore sano”, quiere decir que es importante cuidar tu salud física y la mental. Un cuerpo y una mente saludables son vitales para la resiliencia. La fatiga física o mental puede comprometer tu capacidad para responder a los desafíos.

¿Cómo aplicarlo?

Mantén una rutina regular de ejercicio físico que disfrutes, come una dieta lo más balanceada que puedas y asegúrate de dormir lo suficiente cada noche. Muchos hablan de los beneficios de la meditación para mejorar el bienestar mental, pero es suficiente con hacer actividades que disfrutes y te liberen.