La palabra «resiliencia», proviene del latín «resilire», que significa volver a saltar o rebotar. En un principio fue utilizado en las ciencias físicas para describir la propiedad de los materiales que vuelven a su forma original después de ser deformados.
Este término, se utilizo para referirnos a la capacidad de enfrentar, sobreponerse y salir fortalecido o transformado por las adversidades o desafíos significativos. Es una cualidad dinámica que permite a las personas adaptarse con éxito a situaciones traumáticas o estresantes, encontrando un camino hacia la recuperación personal.
Resiliencia vs Resistencia:
La diferencia entre la resiliencia y la resistencia radica en que la resistencia implica aguantar y sobrevivir ante una mala época, lo que puede conllevar a acabar con algún efectos negativos para la salud mental.
Sin embargo, la resiliencia implica no solo superar la adversidad, sino también aprender y crecer a partir de estas experiencias, lo que a menudo resulta en una mayor fortaleza y sabiduría.
Un ejemplo que refleja claramente la diferencia entre ambos conceptos son los vasos. Imaginemos que tenemos un vaso de cristal (resistencia) y un vaso de goma (resiliencia), si el primero sufre un impacto contra el suelo (desafío), el vaso de cristal se romperá y por mucho que lo intentemos pegar, no va a volver a su estado original. Por el contrario, si tiramos el vaso de goma al suelo, el vaso se puede deformar momentáneamente, pero acabará volviendo a su forma original.
Conclusión
La resiliencia es una cualidad humana muy importante que va más allá de la mera supervivencia. Abarca la capacidad de enfrentar la adversidad con coraje y salir fortalecido de ella. Si quieres mejorar esta cualidad que nos permite no sólo resistir las adversidades, también salir reforzados de ella, te invitamos a descubrir los 5 consejos para mejorar la resiliencia.
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